Doña Perfecta, hipocresía e intransigencia de la mano de Galdós

Si la novela capital sobre la envidia la escribió Unamuno, podríamos decir lo mismo respecto a Doña Perfecta con relación a la hipocresía (aunque también la intolerancia juega un papel principal en la obra). 

Es la obra una contraposición constante entre las ideas liberales y las tradicionales. La pobre señora, que tiene el feudalismo en la médula de los huesos, dirá Pepe Rey de su tía Doña Perfecta. Y es que esta, que da nombre a la novela, junto con los demás habitantes de Orbajosa, representan las ideas tradicionales, la fe ciega religiosa, el oscurantismo, el rechazo a las ideas de progreso que puedan llegar. De ahí el conflicto que se genera cuando llega el sobrino de Doña Perfecta, Pepe Rey, para casarse con su prima. Este representa todo lo que rechazan en el pueblo, y aunque aparentemente todo sean atenciones y halagos hacia él, oscuras intenciones que aquí no vamos a desvelar llevan a la familia y habitantes de Orbajosa a manifestar una hostilidad cada vez mayor ante el ingeniero. 

El retrato que hace Galdós de la claustrofóbica Orbajosa recuerda a las palabras de Azorín en La voluntad:

—La vida de los pueblos —piensa Azorín— es una vida vulgar... es el vulgarismo de la vida. Es una vida más clara, más larga y más dolorosa que la de las grandes ciudades. El peligro de la vida de pueblo es que se siente uno vivir... que es el tormento más terrible. Y de ahí el método en todos los actos y en todas las cosas —el feroz método de que abomina Montaigne—; de ahí los prejuicios que aquí cristalizan con una dureza extraordinaria, las pasiones pequeñas... La energía humana necesita un escape, un empleo; no puede estar reprimida, y aquí hace presa en las cosas pequeñas, insignificantes  —porque no hay otras— y las agranda, las deforma, las multiplica... He aquí el secreto de lo que podríamos llamar hipertrofia de los sucesos... hipertrofia que se nota en los escritores que viven en provincias como Clarín— cuando juzgan éxitos y fracasos, ocurridos en Madrid... 

Me ha parecido curioso enterarme por Galdós del significado de Desperta, ferro (Despierta, hierro), expresión que le da nombre a una revista de Historia. Por lo visto era una expresión en provenzal utilizada por los almogávares, una especie de milicia compuesta en su mayoría de catalanes y aragoneses entre los cuales se usaba esa lengua en la Edad Media. Era un grito de guerra usado antes de la batalla.

En verdad, la estancia de Pepe Rey en Orbajosa se convierte hasta el final en una especie de guerra donde el protagonista tiene todas las de perder. Es atacado por diversos flancos (demandas a causa de sus tierras, expulsión de su puesto de trabajo, críticas constantes por su comportamiento, tergiversación de sus palabras constantemente...), pero no es hasta las últimas páginas cuando desvela el porqué de todo esto y quedan en evidencia varios de los personajes galdosianos con su doble moral. 




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